Ya van dos los libros que de este hombre he leiudo en poco tiempo. El anterior, éste, me dejó un sabor agridulce pues no conseguí meterme en la historia en ningún momento. El libro que os traigo hoy es del año 1999 y el señor Reverte todavía no demostraba ese amor tan enfermo por las descripciones largas y tediosas de cualquier minucia de la historia. Aunque en ciertos momentos de la trama, las descripciones llegan a cansar un poco, por el uso y abuso de términos náticos, la trama que envuelve la historia es suficientemente apasionante como para compensar estos detalles.
La trama y sobre todo, sus personajes protagonistas (Coy y Tánger), merecen toda nuestra atención. El señor Pérez-Reverte se ha especializado en anti-héroes de aspecto rudo y que vienen de vuelta de una vida que nunca les dio la cara, como esos vientos de la mar que nunca acaban de empujar tu nave al puerto que te marcaste. Son hombres, marinos de la vieja escuela que tratan de coger el timón de una vida condenada al desastre, si caen en manos de protagonistas como Tánger Soto, así llamada en esta novela, aunque bien podría haberse llamado Verónica Lake. Como os digo, no son héroes de esbelta figura, poderosos ideales y mirada límpida y serena. No recrea personajes de este estilo el autor, sino todo lo contrario...
Volviendo a la trama general del libro, os voy a aconsejar su lectura. Es fácil de leer, ameno y deja para el final una serie de vuelcos de guión, que hacen llegar a la última página con un sabor agridulce: gran novela, grandes personajes, pero final incierto y alejado de finales edulcorados...
¡Hasta la próxina!
Volviendo a la trama general del libro, os voy a aconsejar su lectura. Es fácil de leer, ameno y deja para el final una serie de vuelcos de guión, que hacen llegar a la última página con un sabor agridulce: gran novela, grandes personajes, pero final incierto y alejado de finales edulcorados...
¡Hasta la próxina!
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