miércoles, 4 de julio de 2012

Los idus de marzo (la película)

En el año 2011, el señor George Clooney (Ocean's eleven, Los descendientes, Los hombres que miraban fijamente a las cabras, etc), que además de actor, es director de cine con más o menos éxito (Buenas noches y buena suerte), nos trajo a las pantallas de cine esta interesante película.



La película tiene un reparto la mar de interesante, este Clooney debe tener muchos y buenos amigos... Entre ellos, el interesantísimo Philip Seymour Hoffman (La duda, El gran Lebowski, Boogie Nights, etc), el excelente secundario Paul Giamatti (El show de Truman, Cinderella man), el tan de moda Ryan Gosling (Drive)la casi desaparecida Marisa Tomei y la novedad de la jovencísima Evan rachel Wood . Y no, no me he olvidado que al señor Clooney le gusta aparecer, no como protagonista, pero si como secundario de amplia aparición.


Como podréis ver, las señoritas son minoría en la película. Y los papeles que tienen son meros instrumentos de los hombres del filme. Es sin duda una película por y para hombres. Hombres rudos, modernos, que manejan los problemas a su antojo, haciendo y deshaciendo situaciones dentro de un contexto de alta intensidad. La trama se desarrolla dentro de una campaña electoral por las elecciones primarias en los Estados Unidos. Si bien nos debería sonar extraña la situación, la amplia cobertura mediática que recibe en nuestra España natal, hace que sintamos como nuestra dicha campaña.


El trabajo de guión, sin ser de una elaboración magistral, da lugar a grandes personajes centrales, que apoyados en los excelentes actores, dan lugar a una gran batalla interpretativa. Me esdifícil destacar a alguno. Probablemente, por la novedad, me quedo con Ryan Gosling. Enigmático, como su mirada. Su personaje evoluciona durante todo el metraje. Como un tigre que acaban de soltar en lel salón de tu casa. O lo matas, o te mata.


La película me ha gustado, nace interesante, va creciendo en intensidad y termina de forma tajante y cruel. Una crítica feroz a la política moderna, donde los valores se han perdido y sólo quedan las luchas de poder. Y de esas, poco a poco, la vida nos va enseñando que hay que conocer para saber defenderse. Ninguno estamos exentos. Ninguno.

2 comentarios:

  1. Interesante comentario sobre la película, Miguel. A mi me pareció extraordinaria. En pocas películas como en esta se aprecia el precario equilibrio entre poder y ética en la política. La campaña de nuestro protagonista se asemeja a la que en su momento llevó a Obama casa blanca por cierto. Y es de mención desde mi humilde punto de vista el guión. En pocas películas como en esta se explica de manera tan magistral la contradicción entre la ética personal y política y cómo en esta última se acaban negociando y repartiendo los poderes públicos con el único fin de perpetuarse en el poder. Aspectos de la vida personal del individuo que merecen en general el respeto de la ciudadanía, que no su aprobación, son en política, totalmente reprobables, dando lugar a negociaciones totalmente nocivas para nuestro concepto de libertad. ¿Puede el líder de una nación tener una vida personal o sentimental desordenada? ¿Debe un representante público ser ejemplo de perfección en su vida privada? Me temo que nuestra mínima tolerancia hacia las imperfecciones de nuestros representantes públicos no haga más que empeorar nuestra situación política, al verse estos obligados a negociar con aquellos que pueden denunciarles en perjuicio de nuestra libertad. El mismo caso se podía haber dado con el ejemplo del alcalde "crackero" de Toronto. ¿En qué situación se hubiera visto este al ser chantajeado por cualquiera que hubiera sabido de sus vicios? Peligrosa tesitura... Por otro lado pienso que este tipo de situaciones solo se da en personas que aglutinan gran poder y responsabilidad pública. Gracias a Dios, en nuestra cultura occidental, vivimos en un marco de justicia tal, que los aspectos privados de nuestra vida apenas afectan al desarrollo de nuestra libertad siempre que no tengamos responsabilidad pública notoria. De cualquier forma, no es un tema de fácil resolucíon... La película eso sí, extraordinaria.

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  2. En 2013 llegué por primera vez a Singapore. Pasaría 4 años yendo y viendo a la ciudad estado desde sus inmediaciones; Sumatra, Tailandia, Malasia, y otras islas indonesias. En aquellos años se legalizó de cierta manera la homosexualidad en ciertos estamentos públicos y políticos, que hasta entonces había estado totalmente prohibida. La comunidad de expatriados que teníamos cierta relación no acabábamos de entender la maniobra política. No se legalizaban las relaciones homosexuales a tenor de una mayor libertad, como entendemos en occidente, sino para tratar de aliviar la situación de chantajes que se deba en ciertos órdenes dada la prohibición. Otro concepto de democracia se está gestando en el oriente más competitivo económicamente. Uno que no atiende tanto a principios sino que prioriza sus resultados. A todos nos pareció alucinante a la vez que monstruoso. Nada semejante puede pasar en occidente... ¡Perdón! Tal vez haya que ver la película para entender mi comentario...

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