No voy a entrar en polémicas del Gran Premio. Las ha habido, algunos ya me habíes preguntado (e incluso llamdo) para ver si podía desenmarañar la madeja que se creó con el Safety Car. Ni me enteré bien en su momento, ni soy amigo de comentar las decisiones de los comisarios deportivos, ni siquiera en mis habituales CEV: no es mi trabajo y no me compete.
Lo primero es contaros lo bueno del fin de semana. He cambiado de circuito, de compañeros, de modo de trabajo habitual y me he quitado mucha responsabilidad. Allí era un "currito" mas y eso de vez en cuando te libera de presión y te da otra perspectiva del trabajo de los "jefes de verificaciones técnicas". Me han llamado mucho la atención ciertos aspectos de los coches, como por ejemplo, su muy elaborada aerodinámica en los alerones delanteros, o el gigantesco tamaño de los cuerpos de inyección. Tambien el grupo del embrague (multidisco en seco, al estilo Ducati) o las cajas de cambio con carcasa en carbono. Y hablando de carbono... es enfermizo el afán por construirlo todo en fibra de carbono, tanto en los coches, como en el material de verificaciones de la FIA... curioso... se ve que tienen más presupuesto que nosotros aquí...
Otra cosa que me llevo con cariño, ha sido el grupo de técnicos que nos alojamos en hotel. Éramos los de fuera de Valencia y desde luego hemos creado piña. Cada uno con una forma de ser, y sin entrar a valorarlos como técnicos, se han hecho buenas amistades. Ojalá que coincidamos más veces, aunque lo veo difícil... casi todos son técnicos de coches y yo nunca salgo de mi Albacete para carreras de este tipo.
¿Y lo malo? Bueno, malo, malo no ha habido nada... nada grave... pero si que he encontrado cosas mejorables... a saber: no es normal tener que dormir a 30 kms del circuito... y menos en un hotel en medio del polígono industrial de Sagunto, lejos de cualquier sitio decente para comer o tomarse una copa. La "organización" nos preparó un par de bocadillos diarios que se completaban con fruta y agua... y la fruta, para sorpresa general, nos la cobraron a parte... sin comentarios... Y tambien remarcar algún roce que hubo entre algunos/as de los presentes... el detonante lo tengo claro, evidentemente un grupo de 50 "desconocidos", no es fácil gestionarlo, pero si entre ellos existe un/a especialista en malas formas...
Conclusión: me llevo un grato recuerdo. Conozco la F1 por dentro, soy afortunado, he tocado con mis manos los coches más deseados del planeta, pero seguramente no volveré... Ni siquiera como espectador... jamás pagaría por ver una carrera de F1 y como técnico, mi curiosidad ya ha sido satisfecha. Espero seguir teniendo oportunidades de crecer como comisario técnico, que es como me tomo la experiencia.
¡¡¡Hasta el próximo post!!!
Lo que daría yo por darme una vuelta en uno de esos carros...
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