Velada de jazz del bueno es lo que nos esperaba en este teatro y yo sin saberlo... evidentemente NO soy un melómano y de jazz entiendo como de mujeres (se que existen, pero no he pasado de 2 o 3 contactos poco satisfactorios.... jajajaja). Por eso, cuando empezó todo, no me quedó más remedio que dejarme llevar por esos 3 señores y su jazz. Eran 3 porque a Lewis Porter le acompañaban dos mas: un bajo y un batería.
A mi desconocimiento de ese mundo, se une que la música en directo tiene ese puntito extra de emoción... te das cuenta de la constante comunicación que existe entre los músicos, cómo se piden permiso para hacer un solo, como ceden el paso con un leve gesto, cómo se coordinan y eso que hacía unas horas que se conocían...
Lo dicho: que aunque el jazz no se va a convertir en mi música favorita, si que voy a mirarla con mejores ojos la próxima vez.
Ah y gracias y a mi amiga Carol por darme la oportunidad de tener estas experiencias.
Ciao, ciao!
No hay comentarios:
Publicar un comentario