viernes, 16 de octubre de 2009

Los viajes de Gulliver...

... son minucias comparados con mis escapaditas de fin de semana... os cuento... Este fin de semana pasado he tenido carreras en Jerez y aprovechando que la Fede me paga el viaje, decidí hacérmelo en moto.

Mi nena, que hace mañana su primer añito de vida, se mostró encantada de tal hazaña, así que el jueves salí raudo hacia Córdoba, pues habia decidido dormir en tan insigne ciudad, para hacer más llevaderos los 600 kms que hay desde mi Albacete hasta Jerez. ¿Y Córdoba? Pues muy bien y muy mal. Es bastante bonita (tengo una foto de una puesta de sol, que es para enmarcar, ya la pondré), pero el hostal donde me hospedé era... ufff... y mirad que tengo una tolerancia a la "mierda" bastante alta... he vivido en pisos de estudiantes muchos años...

En Jerez os lo podéis imaginar. Muchas motos en la pista, con la novedad de ver en carrera oficial a tres Moto2 (la 4ª que había, no salió a la carrera). Es acojonante el ruidazo que hacen las puñeteras... me veo el año que viene con cascos de esos de F1... A parte de todo esto, algún chaparrón que otro nos cayó, pero no es nada que una buena ducha de agua caliente y muda limpia no solucionen.

La vuelta, a la vista del "nivelazo" del hostal cordobés, la hice del tirón, que una vez en ello, no fué tanta paliza. Lo mejor, que a medio camino me salté la ruta que mi eficaz (cuando quiere) GPS me indicaba, pues ya estaba harto de tanta autovía y me vine por Jaén. Varios cientos de kms de curvas y paisajes salpicados de olivares, llenaron mi retina y mi cerebro de buenos momentos. Sentirse unido a una máquina a motor, disfrutando cada centímetro de asfalto, cada curva trazada por el punto exacto, a la velocidad adecuada entre turismo y locura, sintiendo cómo las marchas entran con tal suavidad que más que una caja de cambios, tu moto tiene un tarro de mantequilla... Los que me conocéis sabréis que no hablo de velocidades excesivas. Simplemente disfruto conduciendo mi moto. Fueron 600 kms de regreso de puro orgasmo, (que aunque ya se me está olvidando), siempre acaban con dolor de músculos y ropa sudada.

Un fin de semana redondo. 1.300 kms de placer al alcance de mi mano. Que la vida, mi salud y mi cuenta corriente me permitan seguir difrutando de momentos como los vividos en estos días.

Ciao ragazzi!

Puesta de sol en Córdoba

Puesta de sol en Bajo de Guía (Huelva)

No hay comentarios:

Publicar un comentario